Al cierre de un 2025,  la Confederación Revolucionaria de Obreros y Campesinos (CROC) presentó un balance de resultados que no solo muestra un crecimiento cuantitativo en su padrón de agremiados, sino una profunda transformación en sus métodos de gestión y compromiso social.

Bajo el liderazgo de Isaías González Cuevas y la premisa de «unidad y visión», la central obrera se proyecta hacia 2026 con una agenda centrada en la justicia laboral, la profesionalización y, de manera inédita en el sector, la integración tecnológica.

El presente año marcó un hito en la expansión de la organización. Según el reporte anual, miles de nuevos trabajadores se sumaron a las filas de la CROC, lo que se tradujo en la firma de miles de contratos colectivos de trabajo. Este avance no es menor en un contexto de implementación de la Reforma Laboral, donde la legitimación de contratos y la libertad sindical han puesto a prueba la capacidad de respuesta de las organizaciones.

La estabilidad y la paz laboral han sido los ejes de esta consolidación, garantizando que los nuevos ingresos no solo representen una cifra, sino una mejora real en las condiciones de vida de los trabajadores.

Uno de los puntos más destacados en el balance de la CROC es la diversificación de sus promotorías. La organización ha entendido que el bienestar del trabajador trasciende el centro de trabajo:

  • Salud y Deporte: Miles de promotores de salud y acciones deportivas han fomentado la prevención y la convivencia familiar.
  • Educación y Certificación: A través de un convenio estratégico con el Consejo Nacional de Normalización y Certificación de Competencias Laborales (CONOCER), se han otorgado miles de certificaciones que elevan el valor curricular y profesional de los obreros.
  • Responsabilidad Ambiental: La central ha tomado la bandera de la sustentabilidad, especialmente en regiones críticas como Baja California Sur, donde se han realizado labores de desazolve de pozos de infiltración y construcción de ollas de captación para el cuidado del agua.

Mirando hacia el futuro, la CROC ha puesto especial énfasis en la renovación de sus liderazgos. La participación activa de miles de jóvenes en el mundo sindical asegura un relevo generacional con una mentalidad adaptada a los nuevos retos económicos.

Sin embargo, el anuncio más disruptivo es la implementación de la transformación digital. La organización ha comenzado a integrar procesos de Inteligencia Artificial (IA) en la gestión sindical, buscando optimizar la atención a los agremiados y modernizar la comunicación interna, posicionándose como un sindicato de vanguardia tecnológica en América Latina.

Con este robusto balance, la CROC inicia los preparativos para el 2026. El compromiso de la dirigencia que encabeza Isaías González Cuevas es claro: mantener la ruta de la grandeza y el éxito, asegurando que la innovación digital y el crecimiento de la organización se traduzcan, invariablemente, en mayores beneficios para la base trabajadora.