
POR ARIEL VILCHIS
En lo que respecta al sindicato de burócratas, la democracia sindical es un circo donde las reglas se cambian o no se respetan pues, sin importar las reformas a la LEY, todo parece indicar que al final los estatutos están por encima.
Y es que, aun cuando se suponía que se abrirían las puertas de la democracia a los trabajadores del sector público con la reforma al artículo 74 de la Ley de los Trabajadores del Estado y Municipios que estableció la elección de las directivas por voto libre, personal, directo y secreto, la justicia sindical tendrá que esperar pues la sorpresa es que los burócratas seguirán tomando atole con el dedo.
Lo anterior se confirma al emitirse la convocatoria para para la Tercera Convención Ordinaria de los burócratas a celebrarse los primeros días de junio en Santa Rosalía, la cual tiene como objetivo la elección del nuevo Secretario General del Comité Ejecutivo Estatal.
Para sorpresa de los trabajadores, la convocatoria está basada en una ¡democracia virtual! pues resulta que la elección del nuevo líder estatal de los burócratas será por convención de delegados, es decir, basada en el método tradicional y no por voto universal, libre y secreto de la base trabajadora, lo cual resulta un chiste de mal gusto pues los actuales dirigentes se han desgarrado las vestiduras pregonando la democratización de su sindicato.

Así que mientras Marco Antonio Cota hace mutis y navega para pasarla a gusto, el líder de la sección La Paz, Alejandro Solache, se pone el huarache y lanza declaraciones donde pregona que él siempre ha pugnado por elecciones directas, sin embargo, acepta la convocatoria y como parte de la élite que mantiene el control sindical de los burócratas solo voltea para otra parte ¿o acaso lo han visto tomando el sindicato estatal o marchando en las calles exigiendo se cumpla la ley? ¡Para nada!
En fin, que la democracia sindical verdadera para los burócratas puede esperar, quizá en otros tiempos cuando ya no estén al frente de sus encargos los Marco Cota o los Solache a quienes se les olvida la base trabajadora, sus promesas de campaña y sus compromisos.
Ya están en el poder y cuesta soltarlo, sin duda. Será para la próxima burócratas.
Ya veremos qué sucede. Es mi opinión, al tiempo…