buró

POR ARIEL VILCHIS

Definitivamente no es lo mismo decir que hacer, no es lo mismo echar bravatas, levantar la voz,  señalar o prometer. No es lo mismo y no lo será jamás, una campaña electoral que el ejercicio de gobierno.

Eso debería entenderlo el dirigente de MORENA en Baja California Sur Alberto Rentería Santana, quien no cae en cuenta que  el proceso electoral ya pasó y su partido ahora gobierna a los mexicanos, a todos, incluidos los ciudadanos de BCS.

Y es que el aun dirigente de morena se empeña en continuar en campaña para poder hablar, sin medir que al hacerlo cae en mentiras, datos imprecisos y no se diga acusaciones sin fundamento ni sustento. Tal pareciera que Rentería Santana olvida que dirige un PARTIDO POLÍTICO, el partido en el poder y como tal debe actuar de manera responsable.

Reprochar a estas alturas lo que hicieron o dejaron de hacer las pasadas administraciones federales es tiempo perdido, como ya lo dijo un sinfín de veces el presidente Andrés Manuel López Obrador, no habrá persecución al pasado. Entonces, ¿para qué utilizarlo de argumento? Lo que sí debería hacer Alberto Rentería ante el reclamo ciudadano, específicamente en la disminución del IVA e ISR o mejores tarifas eléctricas que en días recientes se han expresado en voz del gobernador del estado Carlos Mendoza, es trabajar con sus legisladores y sus aliados en el congreso de la unión para lograr mejores condiciones de vida para los sudcalifornianos y no hacer cuentas alegres de temas de inversiones ya comprometidas por la federación o asuntos de auditorías que se nota a todas luces que no entiende pero que si repite como merolico sin datos duros o documentos que lo avalen. Como lo hizo recientemente en un escueto boletín enviado a los medios de comunicación.

En resumen, Alberto Rentería, el liderazo de morena en la entidad, debería estar más preocupado por dos razones que no son cosa menor. La primera es que, más que estar echando bravatas, al líder moreno convendría trabajar en los temas de transparencia de su partido, ya que la falta de transparencia también es corrupción. Y es que hasta el momento no se encuentra un solo dato por ningún lado de en qué o cómo se gastan las prerrogativas que recibe mes con mes por parte del Instituto Estatal Electoral, que andan arriba de los 700 mil pesos, ni señal de las cuotas que como partido cobra a sus funcionarios públicos y mucho menos un documento que transparente y rinda cuentas de lo que recibe de su comité nacional.

La segunda  es sin duda la gran incógnita que debe tener  Rentería sobre su futuro político. Después de un anunciado pero no concretado intento de llegar a la gerencia de Fertinal –empresa de fertilizantes  que pertenece a PEMEX-  ¿Qué va hacer? ¿A qué se va a dedicar una vez que termine su encargo en morena? Cosa que ya está muy próxima.  Porque si algo es seguro, es que el gobierno de la 4 transformación requiere de talento, de personas capacitadas y preparadas para la administración pública.  Y francamente no creo que cuente echar bravatas, despotricar sin ton ni son  o andar haciendo huelgas para ocupar un cargo de relevancia en el nuevo régimen. Es mi opinión, al tiempo…

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