
Por Alejandro Barañano
Resulta que en este momento Enrique “Kike” Ríos viene encabezando una campaña muy competitiva con rumbo a la alcaldía en Comondú, pero lo más transcendental de todo esto es que lo viene asumiendo con mucho garbo gracias a su persona y no por la etiqueta del partido del cual emanó, pues esta simple y llanamente ha pasado a un segundo término.
El fenómeno es literalmente contrario a lo que ocurría hace unas décadas atrás con el rótulo del PRI, pues este era sinónimo de triunfo, pero hoy –aunque haya que lo quiera negar- los priistas se la tienen que jugar solos porque el sello ya no les ayuda, lo que indica claramente que es por demás notorio que el Revolucionario institucional ya no tiene ni el empuje ni el jalón de antes.
Por desgracia para muchos de los noveles candidatos por tal o cual cargo de elección popular, el marbete del PRI se ha vuelto una pesada carga para ellos, al grado que incluso algunos hasta lo escoden en sus campañas, situación que es motivada por las dirigencias del partido –nacional y local– que no los han tomado en cuenta en las decisiones, e incluso que no han movido un solo dedo para revertir tan desalentadora tendencia que algunos de ellos ya arrastran en contra.
Quizá alguien pudiera preguntarse: ¿Por qué la etiqueta del PRI está pesando tanto? Bueno, la respuesta podría ser quizá los nueve gobernadores priistas que han sido exhibidos como corruptos; o que hay una dirigencia que no solo ha desatendido al partido sino hasta se ha dado el lujo de agraviar a la militancia, y tan es así que solo baste percibir cómo está el aspirante presidencial tricolor José Antonio Meade Kuribreña enquistado en un tercer lugar en todas las encuestas habidas y por haber.
Pero aquí en Baja California Sur el alguna vez poderoso PRI va de mal en peor, sumido en el desprestigio total y sobreviviendo exclusivamente de sus prerrogativas y de las derrotas ya pactadas; aunque pareciera que a los priistas poco les atañe lo que está sucediendo con su partido, pues dieron nota que lo que en verdad les afectó fue el asunto de las candidaturas plurinominales así como los rastrojos que quedaron en algunas delegaciones federales, potencializados en puestos administrativos inexistentes como ocurrió en la delegación de SEDESOL, donde inventaron una “secretaria técnica” a Rosa María Montaño para que se “guareciera” en el actual periodo de “estiaje político”.
Tan pero tan mal están las cosas en el PRI, que cuando Anita Beltrán –excelente cuadro de probada militancia priista– fue destapada a una diputación plurinominal provocó la furibunda ira del grupo de Isaías González Cuevas representado por las siglas de la CROC, quienes descaradamente pintaron su raya y hasta amenazaron con retirarle su apoyo. De ese tamaño es el marco de descomposición que priva al interior del Revolucionario Institucional de Baja California Sur.
Por eso a veces uno se pregunta: ¿Qué tan difícil será que en el PRI le den forma a una corriente crítica y generen condiciones para que armen un proyecto político alternativo, y así deje de ser un partido perdedor y se conviertan de una vez por todas en una opción confiable y creíble para el electorado?
¿Será tan espinoso que se vuelvan los priistas sensibles a las demandas y a los reclamos de la sociedad, menos burocratizados, más ciudadanos, que asuman su papel de opositores, que se acerquen a la gente y sobre todo que sean un contrapeso ante los excesos y abusos de poder?
¿Será acaso muy peliagudo que dejen de hacer lo que han hecho por tantos años y se vuelvan incluyentes, humildes, sensibles y ante todo comprometidos para que volteen sus ojos hacía la militancia y dejen de una buena vez sus zonas de confort en las que se encuentran sus “distinguidos líderes”?
Tal vez sea muy fatigoso todo eso y por siguen como están dando tumbos, causando vergüenza y mostrándose tal cual la sociedad los visualiza: Desgastados y mediocres.
Por eso se marcó al inicio de este espacio que hoy en día Enrique “Kike” Ríos viene encabezando una campaña muy competitiva con rumbo a la alcaldía en Comondú, y que lo transcendental de todo esto es que lo viene asumiendo gracias a su persona y no por la etiqueta del partido que simple y llanamente ha pasado a segundo término; y como en el PRI va para largo que logren comprenderlo por ser como son, mejor quien esto escribe seguirá BALCONEANDO. . .