
Por Ariel Vilchis
Si uno busca en el diccionario la palabra circo, encontrar la definición no es difícil; Espectáculo formado por actuaciones muy variadas en que intervienen payasos, acróbatas, fieras amaestradas, ejercicios de magia, entre otros actos. Pues bien, la pasada asamblea estatal del Partido Verde Ecologista de México en Baja California Sur que dirige el regidor y líder pesquero Alejandro Tirado Martínez no fue más que eso, un circo.
De entrada, el escenario en el que se llevó a cabo dicho evento, el emblemático Teatro de la Ciudad de La Paz, en su área de estacionamiento se llenó de vehículos de transporte público de las llamadas “peceras” en las que los dirigentes verdes movilizaron a sus militantes en su gran mayoría de las colonias populares, eso sí, no cabía vehículo alguno, todo lo ocupaban los felices transportistas.
Como todo buen acto circense no podían faltar los niños, muchos niños que abarrotaron el teatro acompañando a sus madres, fieles seguidoras de Tirado Martínez, que no tenían idea del porque estaban ahí. Era una asamblea estatal, y a la hora de realizarse las votaciones se miraban a las caras preguntándose qué hacer, no sabían. Como buen acto de magia, el escrutador del evento decía con voz de locutor: aprobado por mayoría.
No hay que hacer un análisis profundo para saber que el acto en sí, no fue más que para avalar lo que por ley y por estatutos todo partido debe contar: un consejo político estatal que avale el método de selección de candidatos y apruebe posibles alianzas o coaliciones de cara al proceso electoral del 2018. El PVEM cumplió con una asamblea a modo, donde los puntos en el orden del día se fueron aprobando uno a uno, al fin de cuentas a la militancia pan y circo.
Y digo pan y circo porque ninguno los militantes que llegaron en Pecera, se regresaron a su casa con nombramiento de consejero estatal, mucho menos nacional, esos cargos son para miembros distinguidos, como la Profesora Blanca Meza, Saúl González, el propio Alejandro tirado, su secretario particular José Gabriel Hirales, Jorge López, Cesar Juárez, Alejandra Castellón entre otros. Bastan esos ejemplos para encontrar a los trapecistas, prestidigitadores y acróbatas de ese circo verde.
Pero el espectáculo o no fue bueno o ya se acercaba la hora de la cena, porque las madres de familia aun sin terminar el evento empezaron a retirarse, a desocupar sus asientos en busca de la salida más cercana. Hubo necesidad de llamar al orden y solicitar a la asamblea permanecer un poco más para escuchar el discurso del líder Alejandro Tirado. Francamente esperaba del acto principal un discurso vibrante, con vigor, que invadiera a los asistentes de ese aire de grandeza que tiene el líder, del dirigente verde.
Sin embargo fue todo lo contrario; timorato, con falsas arengas de justicia, de reclamo social, haciendo un llamado al ya basta de falta de empleo e inseguridad. Pero sin señalar en concreto nada ni a nadie, Alejandro Tirado Martínez terminó un discurso como todo líder de oposición a modo. Digo, le ha funcionado, para qué cambiar ¿No?
Seguramente Alejandro Tirado tiene la falsa esperanza de que el 1.7% de votación que aportó el partido verde ecologista en la última contienda electoral, sirva para llevarlo de candidato plurinominal al congreso del estado, sin tocar baranda como se dice coloquialmente. Por lo pronto fue tarde de circo, no muy divertido pero circo al fin. Veremos, al tiempo…
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